El Aire
Soy la libertad en su más fina expresión, empero no entiendo porqué a veces me siento estresado, ahogado, cansado y hasta robado. Sé que viven de mí como yo vivo de ellos pues somos seres, ellos tangibles yo invisible, que calzamos en perfecta armonía. Pretenden aniquilarme por momentos pero al final soy yo el único que acaba por anularlos a ellos; espero con paciencia el pasar de los años hasta que sus cuerpos, producto de mí, se vuelven flácidos y pierden vitalidad hasta que de sus ojos se escurre la última chispa de vida.
Con el transcurrir de los siglos me he vuelto un poco más denso, demasiado inestable para mi gusto, pero esa culpa yo la lanzo a esa humanidad díscola que emprende miles de proyectos tóxicos para mi alma. Me estremezco ante el recuerdo y ante lo que sé que seguirá viniendo, no sé si podré tolerar tantas empresas consumiendo nuestra atmosfera. Yo… soy el culpable por permitirles vivir más años de los necesarios.
Nunca he sido un fumador por excelencia, de modo que todos los elementos cuyo objetivo es dar suplicio invaden mi presencia. Me sumerjo con ahínco en la locura para tratar de sobrellevar todo en cuestión con el fin de que el día de mañana todo este dolor llegue a su fin. Así mismo también sé que esos seres quieren vivir todo lo que les sea posible; me dan lástima pues ellos mismos firman su día de muerte a diario, soy inocente de todo caso del que se me acuse. Yo sólo represento la existencia momentánea de otros aunque yo estaré eternamente. Yo, señores… significo vida, su vida.