Núcleo ~Autor: Rossiel Black





La intensidad de los sentires, la hambruna de las entrañas por devorar trozos del alma cuando estamos inseguros del futuro. ¿Qué hay más allá de los días? ¿Sueños, ilusión, una necesidad básica, una realidad tangible de saber que siempre estarán junto a ti las personas a las cuales amas? Qué será de nuestra vida una vez crucemos el umbral de un año, dos, tres… seguiremos abrazando el mismo aroma que actualmente rodea nuestros sentidos.  Una cosa es morder los anhelos, los deseos que se condensan con el pasar del tiempo a medida que sigues respirando aquel mismo aroma. La pregunta del millón, ¿por cuánto más podré hacerlo? ¿Cuánto más me lo permitirán?
                Nos acostamos sobre los sueños, luchamos por ellos y hasta se sufre por ellos, empero no hay peor delirio de la mente que el hecho de, ¿cuánto tiempo permaneceré en esta empresa? ¿Cuánto más me lo permitirán? Es bueno no pensar, sabio es controlar el corazón y cerrarte a las posibilidades negativas que sabes que al final todo tiene un final. No me gustan los finales… son tristes, sobre todo cuando están llenos de realidad, a veces sería bueno no terminar nada, dejar las últimas veinte hojas de un libro, los veinte últimos minutos de una película, abandonar el último capítulo de una serie de modo que el resultado no te haga recordar que todo tiene un final inesperado, que uno no está nunca preparado para lo que se viene, que uno no está sujeto a un contrato permanente, que uno no es eterno así como las personas que nos rodean, de que nada es para siempre.
                No, nadie está preparado.
                No estoy preparado para ver como las personas que amo se separan de las yemas de mis dedos, ¿quién lo está? Yo creo que alguien que no es capaz de sentir, alguien quien piensa que todo es reemplazable. Nos sentimos todo el tiempo inseguros que alguien nos arrebate lo que amamos, pero, ¿cuál es el significado de este pensamiento? ¿Qué ocultamos tras esta oscura sombra que solo desaparece en nuestro corazón cuando nos sinceramos con nosotros mismos? Una posibilidad, o quizás más de las que pudiésemos contar, empero hay una irrevocable que supera a todas las demás.
               
                “Desconfiamos de la persona que amamos porque, en verdad, tenemos miedo de aquellas debilidades que viven en nosotros también se alberguen en esa persona. Sinceramente, nunca lo diremos, pero en fondo sabemos que cada vez que mostramos celos, esa desconfianza tórrida que se sienta a pierna cruzada conforme se fuma un puro en nuestra mente, no es más que el delito mismo que uno sabe puede cometer, una causa futura que se acusa por si sola temiendo que si nos dejan solos llegaremos a hacer. Somos posesivos, herimos contar de evitar que nuestro amante se una a otros seres que uno desconoce, una obra maestra creada por nosotros mismos añadiendo el toque histriónico a cada palabra venenosa que añadimos. Tanta verdad, y vaya que poco uno sabe sincerarse, una enfermedad que parece no tener cura. Piensa en esto: cuando te celo, cada vez que curvas los labios para sonreír a otro, cada vez que añades una fracción a la charla que en tu rostro se refleja de lo más divertido, cada minuto en que pienso que tú le coqueteas al resto de los mortales, es porque en verdad, yo hago lo mismo con los que me rodean a mí cuando tú no estás. Pongo mis pensamientos y deseos culposos en ti, haciéndolos tus delitos y no los míos, me lavo las manos y aparento que el ogro eres tú y no yo. Intento ser un buen actor, sorprender a todos con mi labor, pero, no capto que todos en este gran salón hacen lo mismo, jugamos a ser santos, y lo único que brilla al final es nuestra podredumbre. Nunca lo olvides, cuando tú me dices a mí que no puedo salir sin ti, es porque tú desconfías de ti, que del hecho de estar en mi lugar tú harías precisamente lo que desconfías de mí. Nunca has oído que tus pecados son mis pecados, pues… aquí están, desnudos, intentando cubrirse con un trozo de piel de modo que todo esto quede enterrado en el fondo del alma, manteniéndose los miedos quietos sin que nadie llegue a conocer de ellos.”

                ¿Cuánto tiempo más me lo permitirán? Somos frágiles ante los arrebatos, débiles a la pasión momentánea, intolerantes a lo desconocido, la rutina no es buena, es un asesino del amor, pero también significa la base de una relación implacable en que los pilares de esto no cederán ante ningún temporal. Quiero confiar, en verdad, quiero hacerlo, pero tu manera de ver las cosas no deja de recordarme que esta bomba está a punto de estallar.
                                   
                                                                          
                                                                           Rossiel Black~

2 comentarios:

  1. Será cuestión de renacer tras el estallido y usar los escombros para construir nueva morada. Así ha sido siempre y así será: ciudades sobre las ruinas de ciudades, amores sobre los rescoldos de los anteriores.En uno mismo está el no construir el nuevo edificio sobre los mismos pilares y con los mismos defectos para que no se derrumbe de nuevo.
    Me ha encantado el texto.
    Un saludo.

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    1. Muchas gracias Gema, bellas palabras y al mismo tiempo consejos. Nos estamos viendo.
      Saludos.

      Rossiel Black

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