Pasiones Mortales ~ Autor Rossiel Black



Pasiones Mortales


                 Se sentó sobre el cadáver con los ojos en blancos, ciegos de un amor insano, de un deseo desenfrenado por poseerla por completo, sabía que mientras respirase tenía total libertad de ir donde quisiera,  que fácilmente podría engañarle ya fuese con la mirada o físicamente, el solo hecho de pensarlo en brazos de otra persona lo perturbaba, ¿cómo era posible si él le entregaba todo? Sin embargo, lo único que pedía era dedicación al cien por ciento. No perdonaba el hecho que pudiese dar una mala respuesta tan subjetiva y tan abierta a toda clase de posibilidades a otro ente.
                Sin entender que el cuerpo está más abierto que la mente a la vida, él entendía el amor único, las pasiones unilaterales  pero no el sexo casual y que exponía a una persona a mezclarse con la carne de tantos seres que después no recordase al amor de su vida.
                Se sintió aterrado por esta última idea por lo que no pudo contener la ira, los celos escasamente fundamentados y no vio más salida que llegar a casa a quitarle la vida a la persona que más amaba, su esposa. De esa manera ya no tendría que preocuparse por las posibles infidelidades que pudiesen suscitarse a futuro, de ese modo nadie observaría lo hermosa que se veía con minifalda al circular por la calle contoneando las caderas de un lado a otro. Definitivamente ya no toleraba las miradas de otros hombres sobre su esposa, por lo que no halló mejor remedio que acabar con ella, de ese modo la protegía.
                En eso estaba, recordando los tan buenos momentos cuando su hijo atravesó la sala  y se encontró con el cuerpo de su madre destrozado, siendo preparado para ser reducido a pedazos. El padre cruzó miradas con su descendiente, y en cosa de segundos el menor estaba gritando enajenado conforme intentaba girarse y correr hacia la puerta. No lograba sentir sus extremidades, era como correr dentro de una película en cámara lenta, alzó el cuchillo en contra de lo último que le había dejado su mujer y lo cercenó en un arrebato por callarlo, lo apuñaló cuantas veces sus nervios se lo permitieron. Soportó los gimoteos del comienzo, luego el silencio opacó el ambiente a la vez que él continuaba eliminando al causante de tan poderosos gritos que de seguro alertaron a los vecinos, de ser así, la policía no tardaría en rodearle.
                Cuando finalizó se llevó ambas manos frente al rostro, empapadas, como estaban, era inevitable tratar de evitar la culpa ante las autoridades, tenía en claro que se pudriría en la cárcel y bajo ninguna circunstancia lo permitiría. En la calle ya se oían las sirenas acercándose a toda velocidad, el clamor de la gente tratando de echar la puerta abajo, siempre había odiado a sus vecinos por ser tan entrometidos. Se precipitó hacia el pórtico de la cocina y tras salir se dirigió hasta una esquina del patio donde tenía una cuerda larga con la que pensaba hacerle un columpio a su hijo a futuro. La tensó lo más que pudo, arrastró una pesada banca que tenía cerca a la puerta y se montó sobre ésta, pasó la cuerda alrededor de su cuello. Estaba anocheciendo, podía vislumbrar las luces rojas y azules como llenaban el ambiente. En eso estaba, tomando una decisión cuando vio que algo se movía entre las penumbras de la casa, por el pasillo en pos a la cocina. Entrecerró lo ojos con el fin agudizar su visión y notó que eran dos figuras diferentes, una, la mayor, se arrastraba con los brazos cargando con todo el resto de su cuerpo mientras que detrás iba dejando una línea de fluidos rojos. El segundo, iba de pie aunque cojeaba, tenía el porte de un niño pero éste llevaba el mismo cuchillo que él antes había usado.
                Cuando los dos seres llegaron al pórtico de la cocina, comprendió que era su esposa y su hijo, mas los dos tenían dientes afilados y llenos de bermellón. ¿Se lo comerían vivo? De ser así, definitivamente se lo merecía pero el miedo pudo más que la curiosidad. Aterrado, al ver cómo reptaban casi por el pasto hasta él, profirió un insulto hacia el cielo y luego echó  la banca a un lado con un forzoso movimiento de pierna.
                Estaba a punto de nublársele la vista cuando su último aliento fue testigo de cómo los dos cuerpos le agarraban los pies con los dientes intentando por todos los medios devorarlo.
                Media hora más tarde, cuando la policía ingresó a la casa con pistola en mano, encontraron el cuerpo de la mujer y el niño en la sala, estaban sujetos de la mano, fríos y rígidos por el pasar del tiempo. En el patio, dieron con el sujeto; la columna vertebral junto a la cabeza colgaba de la soga a la vez que el resto de sus extremidades estaban desperdigadas por todo el césped. No hubo explicación, solo asombro por lo macabra de la escena.


                                                                              Rossiel Black~

10 comentarios:

  1. Jaja, justicia!!

    Hola, Rossiel, tanto tiempo!!
    Me gustó tu relato, aunque te comento algunas cositas. En principio, el principio ;-) El primer párrafo es confuso, parece precipitado, se siente la ausencia de algún punto en vez de tantas comas. Esto mismo ocurre en algunos otros fragmentos, como poco después de matar al niño, cuando menciona que vendrá la policía, y luego en el párrafo que le sigue.
    Cuando el niño se encuentra con el cadáver dices que el padre miró al progenitor. Supongo que has querido decir que el hijo miró al progenitor, o que el progenitor miró a su descendiente.
    En fin, sólo esto. Me ha gustado que nos reencontraramos una vez más en el grupo. Beso!

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  2. UN relato de terror muy bueno!!
    Un placer leerte!!

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  3. Hola Rosiel;

    Me gusto mucho tu relato. Solo tengo una sugerencia. En vez de plantear: "Se lo comerian vivo?" Te recomiendo describir un estado de incertidumbre en el homicida, algo que nos haga saber que eran sus pensamientos, sus temores.

    Hasta pronto.

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  4. Hola!!
    Un relato muy macabro. Coincido con Maga, por mi parte pienso que en lugar de progenitor quisiste poner primogénito.

    Saludos!!

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  5. Me asusta cuántos esposos, esposas y niños han muerto en estos relatos jaja.

    El tuyo está bien macabro; lo de colgarse con la cuerda con la que iba a hacer el columpio del niño está horriblemente genial.

    Saludos!

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  6. Hola Rossiel.
    Un relato muy oscuro y macabro como ya tantas veces te repitieron.
    No hay nada más que señalar que lo que ya te dijeron.
    A mi me gusto y me entretuvo mucho :)
    ¡Saludos!

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  7. Puff, que terriblemente macabro!
    Cariños: Doña Ku

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  8. Una historia muy intensa, Me ha parecido que fuese como una pesadilla o alucinación causadas por el remordimiento.

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  9. El inicio me pareció un poquito brusco, pero me gusta.
    PD: siento el retraso al pasarme por tu relato, voy lo más rápido posible...

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