Se acabó el tiempo joven lector; ahora, díme ¿Cuantas veces ayudaste al prójimo? No mientas, sincerate conmigo, no seré quien enjuicie tus pecados ¿Cuantas veces estuviste tan pendiente de lo que otras necesitadas almas daban a conocer como ofrenda a tus sentidos? ¿Estuviste de forma alegre siempre escuchándole?... Yo creo que no. Si no tienes la paciencia para otros imbésiles, dejame decirte que seré el verdúgo que en tus sueños aparesca, suave me mostraré ante ti, como belleza absoluta, sí... Empero, te daré la lección de tú vida, una noche de aprendisaje bajo las garras de un ser del mismo averno. No os quedarán ganas de volver a osar a mancillar a otro ser humano tan simple como tú lo éres... cuidado, vuestra és la elección a escojer cual destino deseas tomar, sé sensato... No mientas, si no estás con ganas de oír a otro, sería prudente que lo dijéras en cara a propia persona ¿no?. Los pecados son añorados por mi subliminal presencia ¿Realmente te sientes gallardo para tolerar a semejante demonio?... no os presteis como un chiste todo esto, la verdad hablará por si solo cuando menos lo espereis.
Rossiel Black Dark
Muy muy cierto hija mía!!!
ResponderEliminarTodo el mundo parece apurado en el periodo que dura su existencia, no tiene tiempo para nada más que sus propios deseos y anhelos, necesidades, no para los del ajeno.
Pero ahí será cuando dios ya no los buscará, pensará que ya no necesitan de él y desaparecerá de las vidas tacañas de aquellos vástagos, mas tú... aparecerás de la nada con la guadaña y viles artefactos para que recuerden quién les tendió la mano.
Siempre será el triste final de los cándidos que pensaron que el castigo nunca llegaría, mas... es hora de mostrarles el camino.
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