Bueno, aquí les traigo mi nuevo proyecto para "Adictos a la escritura", este mes nos tocó "La doble imagen", ésta consistía en que dos personas deberían escribir su propia historia de acuerdo a una imagen en común.
Espero disfruten~
LIBERTAD
Un sonido ahogado le sacó de su sueño. Entreabrió los ojos y sin mover ni el más ínfimo de sus músculos desvió la mirada hacia uno de los costados de su habitación, donde una leve luz verdosa parpadeaba entrecortando las sombras, mostrando una hora: 3:30 AM. Sonrió, si es que se puede llamar sonrisa a una dolorosa contracción de los labios. Jamás terminaría de sorprenderse ante su puntualidad, una cualidad que preferiría, no poseer.
Sintió cómo unos dígitos inquietos se deslizaban por entre las ropas de su cama, lentos, hasta posarse sobre la desnuda piel de sus piernas, y no pudo evitar estremecerse ante el gélido toque de aquella mano que intrépida se aventuraba en las inmediaciones de su cuerpo. Apretó con fuerza la sabana, clamando en su interior por un poco más de coraje para soportarlo, sólo un poco más, entretanto dejaba a su mente volar hacia otro lugar, hacia otra vida, antes de que todo diera inicio.
Y aquello no se hizo esperar.
La calma de unos simples roces dio lugar a un arrebato de inexplicable furia en el otro ser, que rabioso, lanzó aquellas molestas cubiertas que obstaculizaban su paso hacia el suelo, mismo sitio donde la delgada camisola que cubría el aún pequeño cuerpo de mujer, fue a parar en pedazos. Un resuello tentó con escaparse de entre sus labios, pero con tal de que ello no sucediera se los mordió, con tanta fuerza que un riachuelo carmín recorrió su comisura. El aire cortante atrajo un sonido agudo cuando el dorso de la mano ajena restalló contra su mejilla, le abofeteó con tal brutalidad que su cuello no pudo evitar girar cruelmente hacia un costado, mientras su dermis adquiría una profunda tonalidad violácea. Mas se mantuvo muda, en esa, y en cada una de las laceraciones que, depositadas en diversas partes de su anatomía, le siguieron.
Afásica, como si sus cuerdas vocales de tanto rasgar el aire sin ayuda hubieran perdido su fuerza. En profundo silencio aún cuando el enhiesto miembro penetró su sexo de niña, rasgándole, mancillando la carne que al rojo vivo recibía cada despiadado estoque de aquel hombre que alguna vez llamó padre, el mismo que hacía doce años le había brindado la vida, el mismo que corrompido por el alcohol se había encargado de arruinársela cada noche.
Todo avanzaba igual que en las últimas cinco primaveras de su no-vida, sólo que esta vez un leve detalle marcaba la diferencia. En un arrebato de falsa excitación, su cuerpo se contrajo, llevando su diestra hacia la cabecera de la cama. Como si necesitase asirse de ella para sopesar la fruición, y claro que lo necesitaba, ya que tenía...
...todo el peso de su libertad en esa sola mano.
Mircea~
PD: Este es el link al Blog de mi compañera de imagen, Saskia.