¿Por qué acepta usted mis preguntas?~ Guadalupe

Antes de estar aquí, no recuerdo haber estado
en otro lugar. ¿Será tal vez que no existo...
entonces, de dónde vienen estos sueños?
—¿Recuerda usted cómo llegó aquí?
—No, nunca tengo memoria de mí. Ignoro qué
estoy haciendo.
—¿Cómo se ha mantenido viva?... porque se
ve usted viva.
—Esto que llevo conmigo es una mascota y es
a la única que escucho. Tenemos entre nosotras una
comunicación que nadie más comprende, y si la
abrieran, sólo encontrarían lo que tienen todas las
demás.
—¿Cómo sabe que su mascota es igual a todas
las demás?
—Las he observado, comparándolas con la
mía... ¿Comprende usted que mi cuerpo es mi
mascota?
—No, realmente no lo había visto de esa manera.
Pero, ¿por qué acepta usted mis preguntas?...
—Esté usted seguro que no es precisamente
por darle una respuesta; soy yo quien las está obteniendo.
—Entonces, ¿lo hace por usted?
—Tal vez. En sí, yo no existo. Es mi mascota
quien existe.
—Y Dios, ¿le recuerda algo?
—Me suena; me suena. No es de quien todos
hablan en este lugar, tanto así que la curiosidad no
me deja. Pero ya ve, poco a poco todo se le pasa a
una y más si resulta que es invisible y mudo.
—¿Cuál es su realidad?
—Para qué decírselo, si es deforme y cambia.
Por qué no dejarme como estoy. Mañana seré...
Creo que sí se dice mañana ¿verdad? Seré invisible,
como lo he de haber sido ayer...
—Mañana lo veré. Duerma usted.


[Este relato no pertenece a los autores de este blog] 

0 comentarios:

Publicar un comentario

Su opinión es importante.